El origen de las actividades recreativas al aire libre y las prácticas deportivas outdoor se remonta a los albores de la humanidad. Desde los primeros Juegos Olímpicos griegos pasando por la edad media, cuando las actividades al aire libre a menudo se asociaban con el entrenamiento militar, hasta nuestros días, en donde el trekking, el montañismo, hacer running o ciclismo se ha extendido en todo el mundo, la conexión entre la actividad física y el entorno natural ha sido crucial en la cultura del hombre.
Pero la historia de las actividades al aire libre y el deporte outdoor es también la historia de sus industrias asociadas, entre ellas la de la indumentaria y el equipamiento desarrollado específicamente para la práctica de éstas actividades.
La influencia de los andes en la industria outdoor latinoamericana
En Latinoamérica las cosas suelen tardar un poco más, sin embargo, en la actualidad la industria outdoor tiene a un gran referente como la tienda lippi, la compañía chilena que el emprendedor Reinaldo Lippi creó en 1983.
En el año 1982 Chile atravesaba una profunda crisis económica y política que dejó sin trabajo a Reinaldo Lippi, un apasionado por el montañismo, que se vio obligado a buscar una nueva forma de sobrevivir. En esa época era difícil y poco accesible conseguir indumentaria y equipamiento para los deportes de montaña en el país trasandino.
Con tan solo 23 años, un día Lippi convenció a un montañista de que él fabricaba la mejor mochila del país. El hombre le creyó y Lippi tuvo que salir corriendo a buscar un modelo para confeccionar. El prototipo quedó muy bien, al desconocido le gustó y la compró. Reinaldo Lippi creaba así lippi chile.
La primera marca de equipamiento outdoor 100% chilena
Más allá de la historia personal de su creador, Lippi cl tiene una gran razón de ser: nace en la cordillera de los Andes, el cordón montañoso más largo del mundo. Y al ser una marca chilena, tiene un conocimiento profundo de las condiciones específicas del terreno y del clima en su país, lo que se traduce en productos diseñados específicamente para satisfacer las necesidades de los usuarios locales, como la mochila lippi.
Desde 1985 se dedican a fabricar y desarrollar productos de alta calidad para descubrir y explorar esas montañas En la actualidad, cuentan con innumerables locales en todas las regiones del país y en sus principales centros comerciales, y su plan de negocios estipula su expansión a países vecinos.
Uno de sus principales diferenciales es haber creado una sección especial para ellas: lippi mujer. En sus tiendas, las mujeres aficionadas a las actividades al aire libre y los deportes outdoor podrán encontrar todo el equipamiento que necesiten, pero además prendas que se ajustan mejor a la anatomía femenina como calzas, trajes de baño, faldas y hasta ropa interior, lo que garantiza mayor comodidad y mejor desempeño.
Aquel primer prototipo de lippi mochila hoy se ha transformado en dos líneas de producción bien diferenciadas. Por un lado, la mochila outdoor lippi, que retoma para su fabricación el concepto de aquel primer ejemplar, que se ha convertido en un clásico de la marca, al que le agrega nuevas skins vinculadas a lo anatómico del diseño y a los materiales ultra livianos y resistentes.
La otra línea es la de lippi mochilas urbanas, pensadas y diseñadas para su uso en la ciudad. Mantienen el diseño auténtico y la calidad de los materiales pero predominan los colores cálidos y su tamaño es más reducido, lo que mejora la portabilidad.
En el medio de estas dos líneas se encuentra su producto estrella, la mochila lippi 20 litros, que reúne lo mejor de la portabilidad de la línea urbana y los materiales ultra resistentes y livianos de la línea outdoor. Además, lo que termina de hacerla un producto súper competitivo en el mercado es su valor moderado.
Los inicios de la industria outdoor
La historia de la indumentaria y equipamiento deportivo outdoor está marcada por la evolución de la tecnología, los cambios en la moda y las demandas específicas de cada actividad.
En un inicio, la indumentaria y los accesorios para practicar estas actividades era bastante simple y funcional, ya que se priorizaba primero la protección contra las condiciones climáticas hostiles y luego la durabilidad.
Con el advenimiento de la revolución industrial y el aumento de la popularidad del senderismo y el montañismo, se empezaron a producir prendas y accesorios especiales con tejidos más livianos y aún más duraderos, como la lona y la lana, pensados para adaptarse al clima cambiante de la montaña.
A principios del siglo XX la industria empezó a incorporar avances tecnológicos como las telas impermeables y rompevientos. En esa época comenzaron a utilizarse las llamadas capas de vestimenta funcional, que eran prendas confeccionadas con tejidos transpirables y de secado rápido.
En la década del 30, el auge en toda Europa del esquí y otras disciplinas practicadas en la nieve llevó al desarrollo de la ropa específica para climas fríos. A la par, la fabricación de todo el equipamiento técnico y profesional asociado a estas actividades también se modifica: se dejan de lado los materiales más pesados y frágiles por otros más livianos y resistentes. Era el inicio de las grandes marcas y la consolidación de la industria. Pero no toda la historia sucede en el viejo continente.
En el presente, además de planificar su expansión a mercados vecinos, la empresa chilena evalúa virar su producción hacia un modo sostenible en términos ambientales y responsable en términos empresariales, lo que aumentaría su reputación y la insertaría en nuevos mercados.